¿Sopas de sobre de mercimek del grupo Unilever?. No gracias. Vamos a empezar a hacer por litros esta sopa superenergética (ahora con receta mejorada) antes de que caiga sobre nosotros la auténtica y única verdad del verano madrileño. En este aún reciente viaje a Estambul les hemos ‘robado’ a estos otomanos bigotones uno de esos platos, sólo por cuyo sabor merece la pena escaparse y cruzar el Mediterráneo en un vuelo barato.
- 200g. de lentejas rojas
- 4 cucharadas de salsa de tomate (si es casera mejor que mejor)
- 1 cebolla
- litro y medio de agua
- 1 zanahoria generosa
- el zumo de un limón
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de pimenta
- 1 cucharadita de pimentón picante
- 1 cucharadita de comino
- 1 cucharadita de menta seca (fundamental)
- sal gorda
Para preparar este potaje de aromas orientales y mucho hierro, empezamos poniendo la cebolla y la zanahoria picadas de manera basta en una cazuela con el aceite caliente y pochándolas lentamente sin que se doren en exceso. Con 10 minutos debería bastar. Cuando los azúcares de ambas se empiecen a mezclar, echamos la salsa de tomate y, subiendo ligeramente el fuego, sofreímos con alegría soldadesca unos minutos más.
Será entonces cuando añadamos las lentejas con el agua, una pizca de sal gorda y pongamos la mezcla a cocer a fuego medio, con tranquilidad, lentamente, sin prisa… en torno a media hora. No pasa nada porque las lentejas se pasen un poco o se despellejen, vamos removiendo con cuidado de vez en cuando para que no se quede nada sin mezclar.
Mientras tanto preparamos aparte y vamos añadiendo el zumo de limón, la pimienta, el pimentón, la menta, el comino y, a la que vamos poniendolo al gusto, corregimos también lo salado del guiso. Una vez en su punto dejamos los últimos cinco minutos casi en reposo, mientras decidimos si pasamos por la batidora nuestro plato. Se puede poner la máquina a la mínima potencia, con lo que mantendremos un poco la textura de la lenteja y de las hortalizas. Añadimos una vez servido algo de pimentón picante por encima y lo adornamos con la menta.
Como se puede ver, hacer este maravilloso plato cuesta dos duros. Lejos queda el sabor unificado de la mercimek de sobrecito que hace año y pico nos trajimos para probarla. Recordando la escena de Espartaco sirviendo a sus compatriotas con un pellejo de vino, la mejor sopa no es la de acá o la de allá, “sino la que cada uno prepara en su casa”.
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Animamos a huir como de la peste de toda la gama de productos de Unileverfoodsolutions o Unilever, una de esas pocas marcas que desgraciadamente controlan el mundo. Multinacional anglo-holandesa con más de 1600 marcas en los mercados de 150 países, ha sido denunciada en incontables ocasiones por explotar niños en plantaciones de algodón en la India o realizar todo tipo de experimentos químicos y bacteriológicos en animales. Los productos que comercializa incluyen cosméticos, limpiahogares, comida, aditivos alimentarios y químicos, mediante submarcas tremendamente cotidianas como son Lipton, Frigo, Knorr, Pond’s, Flora, Axe, Dove y un largo etcétera.
Gracias, gracias… ¡GRACIAS!
A ver si me invitáis a probarla!! :3