En agosto de 1949 la desaparecida URSS sorprende a todos mostrando -en forma de prueba atómica- lo que que no fue sino el pistoletazo de salida de la carrera armamentística nuclear y el fundamental motivo de tensiones de la Guerra Fría. Los soviéticos estudiaron, comprendieron, copiaron y unieron a sus conocimientos los secretos de la bomba americana de 1945, pudiendo hacer realidad el sueño del arma total. La España del dictador Franco no fue el único país que quiso probar el sabor del poder atómico. Por aquellos años también se iniciaban las primeras investigaciones militares españolas sobre el enriquecimiento de uranio no con fines energéticos ni sociales, sino con un único objetivo: conseguir en el menor tiempo posible un arma para pacificar el norte de África, para recuperar Gibraltar y para conseguir “respeto como potencia”. Read more
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En estos tiempos que corren los países periféricos de la Unión están harto devaluados y en el punto de mira de la agencia de (des)calificación de turno. Llámense Grecia, Irlanda, España, Portugal o Italia. Parece ser que ninguno se libra de la repulsión social y económica que viven, como si de una fuerza centrífuga se tratara, mientras Alemania, Austria, Francia, Suiza y Dinamarca viven en el cómodo centro en el que nada se mueve ni desestabiliza. Pero nos hacemos eco de otra topología perturbadora que no es polar sino (abstractamente) lineal y que ordena el planeta de derecha a izquierda según el sol barre el gráfico del taimado Mercator.En estos tiempos que corren los países periféricos de la Unión están harto devaluados y en el punto de mira de la agencia de (des)calificación de turno. Llámense Grecia, Irlanda, España, Portugal o Italia. Parece ser que ninguno se libra de la repulsión social y económica que viven, como si de una fuerza centrífuga se tratara, mientras Alemania, Austria, Francia, Suiza y Dinamarca viven en el cómodo centro en el que nada se mueve ni desestabiliza. Pero nos hacemos eco de otra topología perturbadora que no es polar sino (abstractamente) lineal y que ordena el planeta de derecha a izquierda según el sol barre el gráfico del taimado Mercator.En estos tiempos que corren los países periféricos de la Unión están harto devaluados y en el punto de mira de la agencia de (des)calificación de turno. Llámense Grecia, Irlanda, España, Portugal o Italia. Parece ser que ninguno se libra de la repulsión social y económica que viven, como si de una fuerza centrífuga se tratara, mientras Alemania, Austria, Francia, Suiza y Dinamarca viven en el cómodo centro en el que nada se mueve ni desestabiliza. Pero nos hacemos eco de otra topología perturbadora que no es polar sino (abstractamente) lineal y que ordena el planeta de derecha a izquierda según el sol barre el gráfico del taimado Mercator. Read more